Es ocho de octubre, un día que perdió toda importancia con el pasar del tiempo. Lan Xichen aún continua en reclusión, sin embargo, sus deseos de permanecer en soledad se van resquebrajando por la presencia de cierto hombre de Yunmeng Jiang. Ese día, ambos lideres de secta decidieron enviar un mensaje a un futuro dentro de diez años.