Hace millones de años, existió un ave majestuosa, al morir se convertía en llamas y su cuerpo quedaba en cenizas, aquella ave resucitaba de las cenizas para volver a vivir otra plena y larga vida, se decía que sus plumas curaban a cualquiera y que sus lágrimas sanaban las heridas. No había persona que ignorara aquel hecho y se iban en busca del bosque oscuro a encontrar aquella ave que le diera una de sus hermosas plumas para salvar a cualquier persona, millones de cazadores de sombras buscaban los Fénix para ser inmortales, lo que nadie sabía es que si bebes la sangre de un Fénix, el pecado vivirá por siempre en ti, los Fénix son las aves más puras del mundo, aquel que mate una se le cortara la mitad de vida que tiene. Los cazadores de sombras viven de aquella sangre, con la simple excusa de seguir viviendo por siempre.