
Llegará un día en el que no sentiré nostalgia al mirar al cielo. Llegará un día en el que no lloraré al escuchar la música de las violas y violonchelos llevada por el viento. Llegará un día en el que entenderé por qué siempre sueño con un campo de dientes de león. Llegará un día en el que recordaré la noche en la que me acosté con la sensación de controlarlo todo y la mañana en la que no me acordaba ni de mi propio nombre.All Rights Reserved