Curiosidad.
Esa palabra definía lo que sentía por aquel chico, y si algo me caracterizaba es que jamás me quedaba con ella. Quería desvelar todos los secretos que escondía en su mirada sin importar el costo de esto.
Ya había pasado un año, la relación entre los chicos se había disipado ya que ninguno se atrevía a hablar con el otro, y mucho menos, seguir con lo que se empezó...