Un ruido fuerte me despertó, girándome medio dormida en la cama, fijé mis ojos en el reloj.
"¿Las 3 de la mañana?" Volví a escuchar el ruido, y me di cuenta que estaban golpeando la puerta.
"¿Quién mierda está golpeando a ésta hora?" Mientras me apresuraba a bajar las escaleras, el ruido no se detenía.
"Ya voy, ya voy, no puede ser tan --" Me tragué mis palabras cuando noté que los golpes no provenían de la puerta principal sino de "la biblioteca de la abuela?" me pregunté.
Caminé lentamente hasta la misma mientras pensaba, si esto fuera una película de terror estaría gritando: corre estúpida o serás la primera en morir, ya he visto unas cuantas de esas.
Para cuando terminé de procesar y coincidir con mis pensamientos, mi cuerpo ya había actuado y estaba tomando un libro.
"¿Pero qué?" El ruido venía del libro. Como si alguien estuviera golpeando desde dentro.
Lo abrí con manos temblorosas, "está en blanco" dije en voz baja, como si alguien pudiera escucharme. Recorrí sus páginas con los dedos y sí, estaban completamente vacías.
"Me estoy volviendo loca, sí, es eso" Un libro no hace ruidos, a menos que sea de esos infantiles con botones, ya saben, los que hacen ruiditos de animales al estilo muuu o beee. Ya me hubiera gustado a mi tener uno de es-
"Concéntrate" me dije.
Decidí devolver el libro a la biblioteca, quizás todavía estaba en mi cama y esto era solo un sueño. Giré para encaminarme al cuarto, y lo único que atiné a hacer fue gritar. Con todas mis fuerzas.