Es de la oscuridad donde nace todo, lo negro, lo incierto, el desorden, el caos. Quizá deberíamos empezar a conocernos desde nuestros dolores, desde nuestros tormentos y ahí descubrir nuestra luz verdadera. Tal vez ahí aprendemos a quedarnos, a no irnos, a no romper, a no temer la oscuridad del otro. Ustedes que me leen, ¿a quien han amado con toda y su oscuridad?