-¡Zhaaann! ¡No me dejes, por favor!- rogaba el menor entre lágrimas, hincado, deseando que todo eso fuera solo una pesadilla -Yibo.. Yo.. lo siento, no soy tan fuerte como pensé-contestó el mayor entre lágrimas con una mano en la perilla y la otra sosteniendo una maleta -¡No, Zhan, sé que vamos a poder juntos! ¡¿Por qué diablos no quieres intentarlo?!-gritó exasperado yibo, sin saber que más hacer para su Zhan entrará en razón -En verdad lo siento-abrió la puerta y salió del apartamento sin mirar atrás, dejando a un yibo hincado y destrozado