Él es un fiel seguidor de la música clásica al que no le interesa nada más que plasmar las notas perfectas en un piano. No le importa la fama, ni el dinero, ni viajar por el mundo, mucho menos un estatus social, nada era mejor que poder presionar las teclas para interpretar las divinas notas creadas por sus maestros. O eso es lo que Sabito creía hasta que su mejor amiga desde la infancia le presento a la fuerza un chico de cabello negro y aburridos ojos azules que quería aprender a tocar el violín. Derechos a sus respectivos autores Historia completamente mía Contenido homosexual