Después de haber sido encerrado en un lugar extraño, Mario experimenta un estado indescriptible de ansiedad. La idea aterradora de un lugar aislado del resto del mundo con un fin desconocido comienza a desarrollarse y hacerse real conforme al paso del tiempo. Las cosas se complican cuando se da cuenta de que en realidad siempre estuvo rodeado de gente, que como él, no tenían la menor idea del por qué estaban allí. El mundo es completamente distinto afuera y no hay nada de lo que pueda sostenerse que sea lo suficientemente fuerte para mantenerlo a flote en la realidad. El terror se incrementa; Mario se queda solo.