Odio tanto las despedidas... Espero que no sufras como yo sufrí por ti, porque me vería obligada a despertar de ese sueño profundo al que siempre deseé estar. No intentes detenerme al leer esta carta, no te decepciones si llegas tarde, creéme, estaré mejor en otro mundo. Esto es lo indicado para mi, no soporto más este dolor, es tiempo de terminar con él. No es tu culpa, no es culpa de nadie. Y aún cuándo mi decisión sea egoísta, esto es lo único que podré hacer. Lo siento tanto, mamá... Lamento tanto esto Lauren y Lucas... Pero sobre todo, perdón cariño, por todo, perdón... Sin más preámbulos...adiós. Con humo y cigarrillos, Un alma rota que te amará aún cuándo su corazón haya dejado de latir y su vista llegue a tornarse oscura.