"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a ser parte de la organización criminal más grande y peligrosa de Japón, es demasiada cosa para ser tomado como un evento llevado por la casualidad. - sip, esto sin duda me la jugó el destino - pensó el joven peliverde"