Una chica de 17, aprendiz de policía, es asignada a las fuerzas que se dirigen a arrestar a los responsables de Kanto. Para ella la justicia es lo más importante, pero ¿qué hará la hija de aquel segundo al mando de la pandilla que solía controlar Roppongi cuando se encuentra a los Haitani? Cara a cara con los asesinos de su padre, la chica está confundida entre sus sentimientos y lo que es justo La conexión casi mágica entre Ran y ella, como un fósforo sobre aceite, le nubla la mente y hace mierda sus sentidos. Conflictuada por su atracción en el asesino de su padre, la joven pasa por un accidente que los divide durante años; al volver a encontrarle como uno de los ejecutivos de Bonten, la muchacha no puede evitar recordar al muchacho de trenzas que movió su alma hace más de una década. -...¿Tú? -No es lo que crees- susurró él, sumergido en el hidromasaje con dos mujeres en cada brazo y una entre las piernas... (futuro de Bonten)