Nishimura Riki siempre se escapa de su casa cada medianoche para poder tener un tiempo para si mismo, alejado de las normas impuestas por su familia. Un día, su familia no lo reconoce y en la policía, no consta nada sobre la existencia sobre un hijo de los Nishimura, castaño y de dieciocho años. Nadie sabe nada de él. Es como si de repente no existiera en el planeta Tierra. Cree que está loco, hasta que a él se acerca un chico alto y de rasgos muy atractivos. Shim Jake asegura que no está loco, a él, tampoco lo conocen de repente. Juntos y con la compañía de nuevos amigos que están pasando por lo mismo, Ni-ki tratará de reparar todo lo que ha sucedido por arte de magia y volver con su familia y amigos.