- ¿Te gusta? ¡¿Te gusta esto?! - azotó el espejo - Eres una asquerosa - gruño entre dientes. - No, no cariño tu eres especial - dijo otra voz más dulce. Cómo sea y como lo viera tal persona, ella era una una cualquiera ni si quiera para mentir servía. Pero como negarle el Cielo a Dios, como no aceptar el pan si uno es pobre. [ EN PROCESO Y EDITANDO]