Balazos, era lo único que escuchaba, corría con el arma en la mano, un helicóptero estaba llegando, no podía ver, las lagrimas inundaban mis ojos, con el arma en la mano le apunte y jale del gatillo, le di en la pierna, se comenzó a reír, su risa cínica retumbaba en mis oídos, me vio a los ojos y disparo, su cuerpo inmóvil yacía en el piso, con los ojos cerrados y sus manos en puños, mi hermana la que había sido valiente hasta el final, muerta ya estaba, se escuchó una explosión, la casa donde había pasado mi infancia ya no estaba, el helicóptero ya había despegado, y él se había retirado, ese día con el cuerpo de mi hermana inmóvil a mi lado juré venganza.