Una chispa, por más pequeña e insignificante que sea, puede ser la causa principal de las más grandes sublevaciones. El pueblo toma las armas, cuando ve su libertad y derechos injuriados por los regímenes tiránicos. Asimismo, cuando el descontento colectivo se hace tan vasto que como consecuencia, puede traer consigo los conflictos más sangrientos que jamás se hubieran visto. Todo el parágrafo ya descrito, lleno de palabras tan vacías y pasajeras como el viento en medio del clarear del amanecer, describían a la perfección un pequeño fragmento de la historia de Hungría la cual durante el transcurso de su larga vida, jamás se imaginó que se convertiría en un estado satélite del denominado "Coloso Rojo". Todo esta realidad existía, como consecuencia de la pérdida de su país en la Segunda Guerra Mundial y luego de la confrontación, la vida de su persona así como la de millones de húngaros sufrió de un revés importante. Ahora residían con la cabeza gacha y las mejillas húmedas por sus propias lágrimas salinas, sin ser capaces de luchar por su propia autodeterminación. Conservaban la sombra Soviética sobre sus cabezas y el miedo a perecer, estaba más latente que nunca. Aunque de manera improvista, una esperanza en forma de luz se apareció momentáneamente en sus caminos lóbregos, haciéndoles creer que el fin de la era despótica había llegado ¿Será aquel ensueño el designio real del complejo hado? O ¿Solo se trataba de una dulce mentira que ocultaba una cruel realidad?