Simplemente esta noche no era la mía, no tendría que haber salido de casa. Mire a mi alrededor, mi pelo mojado, pegado a mi rostro, el maquillaje todo corrido, mis zapatos estaban todos embarrados, y ni hablar de la ropa que llevaba puesta. Tan solo si a Casey no se le hubiera quedado el auto a cinco cuadras de aquí no estaría tan malditamente asquerosa. Tal vez tendría que haberle hecho caso a mi madre, no tendría que haber salido hoy por la noche.
Admito que no me gustaba mentirle en absoluto, pero no podía fallarle a Casey, ya había comprado los boletos para el concierto, y había tenido que insistirle muchísimo a sus padres para que la dejasen ir.
Así que no me quedo más remedio que esperar a que todos en mi casa se durmieran para escabullirme por la ventana de mi habitación e irme. Tome la llave de mi bolso, mis dedos helados resbalaban en las llaves. Suspire de frustración, tener que entrar por la puerta trasera de la casa era horrible, mucho césped y arbustos para mi gusto. En el momento en que trato de meter la llave en la cerradura, escucho un ruido estruendoso que hace que me sobresalte.
Un Disparo, fue lo primero que se me vino a la mente, me quede paralizada, el ruido provenía de mi casa, oí un grito desgarrador, era de mi madre, llorando me escondí en uno de los arbustos que había cerca, luego de eso se escucharon tres disparos más consecutivos. En mi mente pasaban todo tipo de imágenes e ideas ¿Qué era lo que había pasado?, ¿mi familia se encontraba aún con vida?, ¿Quién había entrado a mi casa?, sentía mis ojos hinchados, tapándome la boca con la mano derecha para que no se escuche mi llanto, intente ponerme de pie. Al cabo de unos quince minutos esperando aún fuera, dos hombres vestidos de negros salieron. Eran altos y corpulentos.
Recordó las palabras del médico "lo encontraron casi muerto" "es un milagro", abrió lentamente sus ónix observando a la nada, él no debería estar vivo, no merecía estarlo, había hecho demasiado daño, era un asesino, un criminal, apretó su puño con frustración recordando aquella vez en su infancia cuando se lanzó al precipicio "nadie en verdad desea morir" no, él en verdad deseaba morir, tragó pesado sintiendo lágrimas caer de sus ojos y rodar por su mejilla, él debía morir ¿Por qué la vida se aferraba a mantenerlo en existencia?
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*Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto*
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