Sparkling, una persona común entre todas las demás que trabaja en un establecimiento de bebidas bastante serenó. Uno de sus clientes más recurrentes es Herb, un jardinero calmoso y... ¿Pacifista?, Si es que se le podría llamar así. Herb iba como de costumbre al lugar, sin embargo, cada que entraba al sitio Sparkling lo notaba un tanto... ¿Siniestro?, Cómo una pequeña perturbación que su subconsciente no dejaba descansar. Era extraño. Muy extraño a su parecer. Más considerando la actitud del peli-verde. Simplemente lo dejaría pasar por alto. Sparkling, ¿Porque eres tan idiota?, Ojalá Dios perdone tu estupidez y así, puedas descansar en paz.