Los vampiros maduros permitirían que los cazadores se encargaran de las pestes. En cambio, los cazadores podían seguir el rastro de cualquier vampiro joven para intervenir si es que la situación llegara a comprometer a la sociedad de alguna manera. Fue así como Shang Qinghua acabó como el responsable de vigilar al joven heredero del respetado clan Mobei y atraparlo en caso de que fuera un ejemplar especialmente inestable, como solía ocurrir en esa familia.