Anne está destrozada, pues acaba de dejar plantado a su prometido el día de la boda, y es que Ben no se merece menos ¿a quien carajos se le ocurre engañar a su pareja dos días antes del casamiento? Y aún peor, con una de las damas de honor, nada más y nada menos que tu propia prima. Pero bueno, eso es lo de menos cuando te encuentras en medio de la carretera, de noche, y con el vestido de novia aún puesto y empapado por la lluvia que no para de caer. Por suerte aparece Austin, un chico sin rumbo alguno que solo busca un lugar donde pasar sus vacaciones y está dispuesto a recoger a la mojada chica y llevarla a quien sabe donde. Ninguno de los dos esperaba encontrarse el uno al otro, pero lo hicieron y ahora están dispuestos a vivir una aventura sin retorno.