
Fuimos como un eclipse: un instante perfecto, un choque de mundos que iluminó la oscuridad... para después desaparecer. Nos queda algo más fuerte que el olvido: la constelación. Nuestro mapa secreto, nuestra historia escrita en el cielo. Quizás el universo, algún día, nos vuelva a alinear. Porque algunas conexiones no se rompen. Solo duermen... esperando su momento.All Rights Reserved