Todo lo que comienza tiene un final, todo tiene pies y cabeza, al menos que hablemos de un infinito, que como su misma palabra lo dice... Es infinito, infinito como un amor de primavera y frío en ocasiones como el invierno, todo cae, no siempre tienes que estar en las nubes, hay momentos que tienes que poner los pies en la nieve, caminar y darte cuenta que no todo es sol y calor amoroso, también que no todo es calidez cuando pierdes a alguien que amas, también hay que tener los pies en la tierra y darte cuenta que es lo que tocó en esta vida, seguir a delante.