Braxton Cook superó su dolor; él ya no es aquel niño ingenuo, pero tampoco es ese adolescente odioso. Braxton decidió tomar las riendas de su vida a los 19 años, ahora vive como siempre debió ser,( al menos lo intenta) tiene una vida tranquila,(todo lo tranquila que su trabajo se lo permite) sonríe con plenitud,(media vez no llegue la fecha prohibida) y dejó atrás todas las adicciones que casi ocasionaron su muerte (las pesadillas con ese túnel son demasiado vividas como para querer repetirlas) ; pero no puedes construir un edificio sobre arena y eso Braxton lo sabe muy bien, pues no siempre superar el pasado quiere decir que todos los pecados queden en el olvido, sobre todo, si tú verdugo sigue caminando junto a ti.
En conclusión Braxton sabe que no todo es bueno, pero agradece que ya no sea como antes y así quiere mantenerlo, él ya no puede permitirse otro error; aunque eso es algo que Amery Beckett no sabe, y tampoco está segura de querer descubrirlo, no hay que meterse en la vida de los demás ¿verdad? .... bueno, quizá solo un poco no haga daño.
Amery ya superó su dolor, Braxton también; Braxton ya no vive estancado en el pasado, Amery tampoco; Amery espanta pesadillas, Braxton cura heridas; Amery queda fascinada con sus ojos, Braxton se encandila con sus sonrisas ¿Qué pasaría si ambos mostrarán y excavaran sus grietas? El mañana es incierto y el ayer dejó una historia....¿Estarán dispuestos a vivir el hoy?
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?