Había esperado tanto comenzar la universidad, que me costaba creer que todos esos planes se hayan ido a la basura.
En cambio, por un giro del destino tuve que mudarme junto con mi padre a la extravagante mansión de mi tía Rosemarie. La cual muy amablemente me ofreció ser su criada durante mi estadía. ¿Qué podía hacer, negarme? El trabajo es duro, pero es trabajo.
Allí lo conocí a él... a ellos.
Max, el típico niño rico con un futuro prometedor. El cual es arrastrado bajo una tradición familiar a buscar esposa, de una manera muy poco convencional.
Y luego está "él", de espíritu libre y aventurero, que me invitó a vivir todas las experiencias que anhelaba y nunca había podido tener.
Es difícil cuando el corazón y la cabeza apuntan a lados opuestos, poniéndome en el medio de conocerme a mi misma y mis propios limites, o ganar una competencia por puro orgullo.
Max me atraía como a un imán, pero mi corazón quería aventuras que él no podía darme.
Y como nadie me dijo que amor y placer debían ir de la mano, aprendí a jugar con sus dados dispuesta a salir triunfante, esperando no perderlo todo en el camino.
¿Lo logré? Aún no estoy segura.
Lo que si sé, es que la vida es demasiado sarcástica cuando se lo propone. Llevándome a teñirme del escarlata de mi propia sangre.
A fin de cuentas, el destino no está en mis manos, y lo único que puedo hacer es aprender a bailar con el.
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Historia inspirada en Criada Inesperada de Love Choice.
ACLARACIÓN: agrego el comentario de arriba para no llevarme todo el crédito de la historia. Pero si he de informar que el desarrollo de la misma, algunos personajes y su desenlace son de mi propiedad.
***Capítulos nuevos cada semana.***
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.