Gabriela, una joven que compara su niñez con su adolescencia y se da cuenta que nada en la vida es lo que parece. Hoy se alegra, pero también se entristece con algunas cosas de su vida queriendo volver al pasado y tratar de cambiarlas. Muchas veces Gaby ha pensado que las cosas del amor no son para ella y otras, piensa que nació para vivir de amor pero cuando la decepción amorosa llega a su vida ella decide dejarle el amor al destino y si en realidad debe encontrar un amor real el mismo se encargará de ponerlo en su camino. Gabriela no solo se entristece por amor, también por perder algo que no hubiese cambiado por el oro más llamativo, por perder a su mejor amigo y por ahora seguir su vida sola, como vino al mundo y como se irá de el. Pero lo que ella no sabía es que la vida le iba a volver a sonreír después de tantas tristezas, la vida tenía preparado premiarla con una verdadera amiga, Sarah, y quizás un verdadero amor. Ahora la pequeña Gaby no deja de agradecer a Dios y a su Ángel del cielo por no dejarla nunca.