PRÓLOGO
"Soy el desesperado, la palabra sin ecos, el que lo perdió todo, y el que todo lo
tuvo." (Pablo Neruda: Veinte poemas, VIII)
SUERTE DE ÁNGEL, a la vez luminoso y tétrico, amoroso y
rebelde, desesperado y ardoroso, Charles Baudelaire tuvo en su mundo y en el
mundo actual de la poesía un lugar preponderante. Llegó, lo ocupó y perdura
inmortal. Su labor poética fue completada por la prosa, la crítica y la
revelación en Francia de un precursor: su endemoniado y trágico, Edgar Poe.
Además su propia existencia fue una simbiosis sólo comparable con las de sus
próximos Rimbaud y Verlaine. En este volumen presentamos, sin la alteración que
hubiera impuesto un presuntuoso, irreverente y hasta diríamos agraviante
prurito versificador, casi en su totalidad, la que es su perdurable labor
poética. Como en anteriores circunstancias con Whitman, Rilke y Rimbaud,
vertimos ahora al castellano corriente sus divinas palabras, expresión de la
esencia poética suya. Lo otro, consecuencia de una obligada y servil adaptación
a la métrica, la rima y otras zarandajas del menester poético, además de
adocenado, habría resultado un agravio para nuestro poeta incomparable e
inimitable, a la vez que desleal actitud ante el lector. Se le brinda aquí,
pues, el verbo mas nunca la música sublime de Charles Baudelaire. Es, diríamos,
sólo la trama sobre la que urdió sus sinfonías perdurables.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".