una luz, un sueño, que perseguí desde una corta edad, pero como una estrella fugaz el pasó, y yo me desperté, preguntándome ¿Qué hare? ¿para que serviré? en esos grandes y largos pensamientos, es muy fácil mirar al la boca del vacío, pensando, lo impensable, pero a la ves temblar por la vida que no quieres dejar atrás la oportunidad maravillosa, que dios nos dio, rehacer perdonar y volver a pelear. sin embargo, puede confundirse con los diversos juegos que un corazón herido pueden ofrecer; soledad, apego, esperanza, obsesión ... demasiados son los sentimientos que te hace redefinir que te hacen luchar, o tal ves caer y sufrir en el limbo, esto depende simplemente de ¿tu corazón en que juego quiere participar?