Adelante, ríe de mí, ya no importa. Y seguramente te preguntes cómo fue que terminé perdiéndote, pero no te confundas, yo no puedo perder algo que nunca tuve, y es que siendo honesta, nunca te sentí mío y tampoco me considerabas tuya. Mi nombre es Adelaide, y está es más que una historia cliché de amor, es mí versión de nuestra despedida.