Adrián, un adolescente de preparatoria, se enamoró perdidamente del hombre del Mustang rojo; a menudo soñaba despierto con él hasta que un día tiene un encuentro con el hombre y su obsesión crece hasta orillarlo a cometer cientos de locuras con tal de conquistarlo. Sin embargo, el problema no es que Mike sea heterosexual o gay abiertamente, sino que Mike es un solterón empedernido que le lleva veinticuatro años. Un hueso duro de roer.