Soy Aiden Russell, el hijo menor de doce hermanos, el niño consentido de la mafia, un chico que a su corta edad siempre sabía donde quería estar, quien quería ser. Siempre supe lo que me gustaba y lo que no. Pero el miedo a veces te paraliza, te hace hacer cosas que al final no quieres y decir lo que otros quieren oír. Eso me paso a mí, trasmití lo que en realidad yo no era solo por el miedo al "qué dirán", el miedo a ser rechazado. Me inculcaron lo que es "normal" en la sociedad, lo que hizo que ocultara mis preferencias sexuales a mi familia. Cuando descubrieron que no tenía su mismo pensamiento me juzgaron y me condenaron; todo se me vino abajo de la noche a la mañana, en un solo segundo. A partir de ese momento nada en mi vida ha sido fácil, me adentré a un foso de oscuridad y dolor; drogas, alcohol y sexo era lo que reinaba en mi vida. Un reino del que me costó salir, arrastrando un trastorno de ansiedad y depresión. Nade entre demonios, sumido en profunda oscuridad. Jugué con fuego, me quemé y volví a jugar. Hice lo que no debía, y me gustaba. De la tormenta provengo, donde no hay esperanza y aún así, sobreviví... a pesar de todo.