Al salir, una brisa fría azotó mi cuerpo, causando que acariciara mi piel expuesta, el rey me dedico una mirada de soslayo y me colocó su capa. Es de armiño, con una cola de terciopelo de color carmesí y está adornada con encaje de oro. de piel muy suave y delicada, con el escudo a ambos lados que fungen como solapa
-gracias - musite bajito al ver que el siguió su camino hasta adentrarse en un gran carruaje, el cual tenía la bandera de su reino: un escudo relleno de pequeñas estrellas, dos licantropos, uno en cada costado y encima de estos una luna llena. Era tirado por cuatro grandes caballos negros, que de vez en tanto relinchaban o pisaba fuerte aún en su lugar.
-Antes que nada debo decirte, nunca pensé en reclamarte, me conforme con hacer de ti una mujer de bien al igual que con tu familia, pero dada la situación de los hechos... Solo quiero que sepas que eres uno de los tantos conejos que tengo en el sombrero para ayudar a mi hijo y de paso hacerme un favor a mí, ya no quiero seguir reinando- su voz era fría y distante, pero al mismo tiempo se escuchaba desesperado y frustrado por la situación -mi hijo tiene un carácter de los mil demonios- resopló incómodo - espero que puedas con eso y que algo te quede muy claro, no eres indispensable, como ya te dije, solo eres un conejo más de mi sombrero, así como apareciste con un acto de magia, de la misma forma puedo hacerte desaparecer, así que no tientes tu suerte- trague duro, sentía mi corazón latir detrás de mis orejas, mis manos sudaron un poco y por un momento el miedo tomó asiento en mi estómago, pero me esforcé en mandar todas esas emociones lejos y con una amplia sonrisa le mire
-le prometo ser su mejor acto de magia, su majestad- este sonrió negando.
Esta historia está echa por el ship del jugador 001 y 456
Sumiso: jugador 456
Dominante: jugador 001
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