Ashleigh tiene grietas ocultas que le da miedo mostrar por miedo a ser juzgada o rechazada. Pero que sin embargó lucha cada día por ser la chica "perfecta" ante los ojos de sus padres y de la sociedad mientras batalla con los demonios de su interior. Su vida se hunde con el pasar de los días y nadie lo nota. Hasta que llega, de las sombras, un chico tan frio como la nieve y tan despiadado cómo la misma oscuridad que se encargara de demostrarle las dos cara que tiene la vida a su manera retorcida y poco sana. Quien la moldeara a su manera. La poseerá de tal forma que no quedara rastros de aquella chica débil que intentaba protegerse del monstruo de la oscuridad. Todo cuento tiene un final feliz, y otra vez son tan desgarradores que no quieres volver a escucharlo. Y de el ellos no fue la excepción.