He reencarnado como el personaje maldito de una novela que leí hace una tiempo, en la cual, soy odiado y al final mi propia esposa me mata. Al principio acepté mi destino, pero luego de un año me cansé. Agotada del abuso de las sirvientas y de ser ignorada por mis padres y hermano, he decido escapar. Pero como un niño de 1 año no puedo hacer mucho, debería esperar unos 15 años mínimo para hacerlo, eso es demasiado, así que me rendi con ese plan. Luego de un rato, se me ocurrió, la emperatriz Illeana, por la novela, sabia que ella no podía tener hijos, así que tal vez podría ponerla de mi lado, hacer que me adopte y tal vez vengarme de todo lo que me hicieron. Mi plan iba de maravilla. - Lio es tan tierno Así es, lo soy, ¿cierto? - ¿Quién te molesta? Yo me encargaré Sabes, mis padres han sido malos conmigo, ¿No crees que mercen algún castigo? ¿Qué tal si aumentas sus impuestos o algo así? - Incluso si te tardas en decirlo, esperaré hasta que lo hagas, no importa si lo haces mal Las sirvientas se burlaban de cómo hablo, ¿tengo un año sabes? Mis músculos de la lengua no se han desarrollado del todo, es normal - Lio aún es un bebé Exacto, soy un bebé - Ay, no. ¿Te duele el dedo? Déjame curarte. ¿Ahora duele? Me había acercado a la emperatriz para salir de aquí y vengarme de esta familia pero... - ¿Puedo llevarte? Incluso si quieres quedarte, vendré para jugar contigo No me había dado cuenta de cuán lastimada estaba, incluso en mi mundo, mis padres jamás habían sido tan amorosos conmigo. De pronto, lágrimas surgieron de mis ojos, la emperatriz me abrazó y dijo: - Todo está bien, puedes llorar, no debes contenerte Las lágrimas ahora eran un estruendoso llanto, pero ella no se apartó de mi lado - (¡Quiero a la emperatriz!) - Está bien Ya no quiero vengarme de nadie, ni siquiera quiero volver a casa, odiaria volver a casa, sólo déjenme ser felíz con la emperatriz...
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