Ella odiaba a los egocéntricos, él era el egocéntrico más grande de todos. Ella era una tormenta de sentimientos, y él era un huracán de problemas. Ella estaba acostumbrada a vivir lo mismo todos los días, él vivía algo distinto cada día de su vida. Juntos eran explosivos. Se amaban, se odiaban, se comprendían, se conocían, sentían sentimientos de asesinar al otro a veces. Pero separados, rogaban por estar con el otro de nuevo. Juntos le daban al otro esa sensación de éxtasis infinito.All Rights Reserved
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