La Promesa King

Caminaba con rapidez por las calles penumbrosas mientras la música que emanaba de mis auriculares calmaba mi ira. El hecho de que mis hermanos me hubieran dado evasivas para no ir a recogerme al instituto me frustraba. Entendía que no siempre podía depender de ellos, pero hacía mucho frío y era bastante tarde como volver sola a casa teniendo en cuenta las noticias tan trágicas que estaban ocurriendo en la ciudad.

Torcí la esquina de mi calle y aumenté el paso todo lo que pude. Solo tenía ganas de tumbarme en la cama y leer un rato, para despejarme, o ver una serie, lo que se me antojase una vez llegara. Suspiré aliviada al ver los primeros setos del jardín, pero toda mi calma se esfumó al llegar a las vallas que daban a la puerta principal: la entrada estaba ocupada por los cadáveres de nuestras mascotas, degolladas, cuya sangre impregnaba la puerta principal con un claro mensaje escrito con aquella sustancia:

"Último aviso".

Dejé que mi mochila se deslizase por mis hombros y cayera. Petrificada, contuve la respiración lo suficiente como para observar toda la escena. Me arranqué los auriculares, aún dañándome las orejas, y con manos temblorosas introduje el código en la cerradura electrónica para poder pasar. Una vez lo hice, corrí hacia Tarou y Aries.

Tuve miedo al sentir que sus hocicos estaban fríos mientras que sus ojos se encontraban abiertos de par en par. Quise chillar, pero no encontraba fuerzas. Tampoco podía dejar de mirar como sus estómagos estaban esparcidos por las escaleras y sus torsos abiertos de par en par. Sus cuerpos parecían vacíos y descompuestos. Creo que si hubiera tenido el morbo suficiente podría haberme dado cuenta de que podía ver el interior de los que habían sido mis mejores amigos.

No está permitido ningún tipo de copia o adaptación de la historia.
-Haloe-

Portada dibujada por @lilageometrica