𝑪𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒑𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔.(Retomada)

"No puedo prometer amor, pero nunca tendré otra mujer más que tú".

Pensé que estaría bien.

Incluso si él no me ama, pensé que mi amor haría feliz nuestro matrimonio. Sin em bargo, esa ingenua esperanza pronto se hizo añicos porque el primer amor de Raymond, Rezena, regresó con el niño.

"Estoy tratando de hacer que el hijo 67de Rizena se convierta en el primer príncipe".

Me lo dijo: "Divorciémonos".

Decidí dejarlo ir. ***...... ¿qué?"

Por un momento, los ojos de Raymond temblaron violentamente como si no entendiera lo que estaba diciendo. La primera vez que vi su canción infantil, me sentí incómodo por aIguna razón.

Sonreí suavemente y volví a abr ir mis labios para él.

"Quiero dejarte ahora. Entonces, Raymond, paremos. Divorciate de mí".
Fue el final de un largo amor no correspondido.