¿Puedes enamorarte de quien te mantiene atada en su sótano?
Cuando Lys vio la sangre deslizándose por su brazo, se prometió que jamás se volvería a hacer daño. Pero años después continúa acumulando cicatrices por todo su cuerpo. Y es que, paradójicamente, lo único que le da placer es el dolor. Ese es su único secreto, a menos que también consideremos la libreta donde escribe cómo le gustaría que la azotaran.
Cuando Liov mató a una persona por primera vez, se prometió que haría lo que fuera con tal de hacerlo otra vez. Hijo del sicario más poderoso de Rusia, su vida se ha reducido a ser una máquina asesina. Sin embargo, su padre ha caído enfermo y debe enviarlo a una residencia para que cuiden de él. Allí conocerá a Lys, una chica atormentada por las heridas de su presente.
Apenas Liov reconoce las cicatrices que Lys tanto trató de esconder, sabe que debe tenerla. Incluso si eso implica secuestrarla y mantenerla atada a su cama.
ADVERTENCIA: Esta novela no es apta para cualquier lector/a. Incluye temas que pueden resultar sensibles para muchas personas, por lo que realmente no la recomiendo a alguien que no le interese el romance oscuro. Además, no es aconsejable que la lea alguien que esté pasando por un mal momento, ya que la protagonista tiene pensamientos suicidas.
Entre los temas delicados se encuentra: consentimiento dudoso, escenas sexuales con sangre, automutilación, azotes, BDSM, juego con cuchillos, ahorcamiento, entre otros.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.