En un reino bastante genérico en el mundo de Clash el rey azul está en su trayecto para convertirse en campeón, ser el más poderoso de todos los reyes y... bueno. La historia no va del Rey, pero pónganle el nombre que quieran porque realmente no me interesa.
El mundo de Clash Royale vive en una competencia constante por todo, a pesar de su aparente paz. Las tropas de cada jugador ansían ser parte del mazo del rey y harán todo por lograrlo. Los pocos afortunados que logran trabajar con el rey de vez en cuando pueden mantener su vida en orden dentro de lo posible; aquellos que no, tienen que arreglárselas de otro modo. Cualquier cosa es mejor que quedarse sin elixir y quedar reducidos a una carta, que podría acumular polvo por años y años.
Nuestros personajes, que pronto conoceremos (si es que deseas seguir leyendo), tendrán que lidiar con este y muchos otros desafíos, no solo en el campo de batalla, también consigo mismos y con los demás... Pero ¿quiénes? ¿Quiénes de las numerosas cartas que llenan el amplio catálogo de posibilidades son lo suficientemente importantes como para que alguien muy tonto en Wattpad les dedique un fanfic? Dale a leer para descubrirlo...
(O léelo en el título. Es decisión tuya).
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Bueeeeno. Algunos conocerán esta historia porque la publique antes con una cuenta que fingí ser otra persona, porque hasta a mí me daba cringe, pero dije: ¿Sabes? ¿No estaría cagado que la vuelva a escribir, esta vez bien? Y aquí estoy, otra vez en Wattpad. De nuevo en mi anonimato y esperando que nadie recuerde mi alter-ego anterior.
Así que, joven horny de probablemente 13 años; siéntese, cállese, y presencie como yo (que ya no tengo 13 años) vuelvo a caer en este bucle de cringe. A continuación: Un fanfiction de Clash Royale que escribiré seriamente y de forma irónica al mismo tiempo.
Empecemos con esta mamada