Ellos no esperaban cruzar palabras, ellos no esperaron todo lo sucedido ni mucho menos enamorarse tan perdidamente hasta el punto de dar cada respiro por el otro. Milo Adams y Fallon Williams eran como un volcán a punto de hacer erupción, se amaban tan locamente que todo a consecuencia era intenso. No quiero decir que alguno murió, por que déjame te muestro en esta lectura que un corazón roto duele de igual manera cuando aún se tiene vida.