Han Feixu se despide de su compañera de pupitre y decide faltar a las clases nocturnas para poder ir a ver a su diosa, Ye Mingxin, que actúa en el centro de la ciudad. Se va a casa a echarse una pequeña siesta, pero al despertarse se da cuenta de que han pasado diez años. Han Feixu, con una mirada desconcertada, se levantó de la cama y miró alrededor de la habitación desconocida, sólo para encontrar a la diosa vestida con ropa informal mientras se apoyaba indiferente en la puerta, con el brazo extendido con las llaves en la mano, "Tendrás que recoger a Yiyi hoy". Han Feixu: "!!¡!¡!??" Más tarde, va a buscar a la misma compañera de pupitre de su pasado. Su compañera de pupitre escucha su historia y se queda en silencio durante mucho tiempo. La compañera de pupitre saca una foto de ella, de su diosa y de una bonita niña. La compañera de pupitre señala a la diosa: "Esta es tu esposa". Han Feixu: "¡¿Qué?!" La compañera de pupitre señala a la niña: "Y esta es tu hija". Han Feixu: "¡¿Eh?!" La compañera de pupitre aparta la foto y le da unas palmaditas en el hombro: "No te preocupes demasiado. Las dos se divorciaran muy pronto. Preocúpate más bien de cómo conseguir la custodia de tu hija". Han Feixu: "......"