Karin era su esposa, la que salía con él en el día, la que lo acompañaba a los cumpleaños y los eventos aburridos, que lo esperaba en casa, con la cena lista, dispuesta a consentirlo, luego de un día pesado, con cariñitos y palabras dulces. Sakura, por su parte, era la que se llevaba la diversión, la que vivía las aventuras y los ratos efímeros pero productivos en las noches, la que lo encontraba en lencería sexy y disfrutaba de sus pasiones desinhibidas. ºº La historia es completamente de mi autoría y está prohibida su reproducción total y parcial. La franquicia de Naruto pertenece a M. Kishimoto y la canción Prefiero ser su amante es de María José. ºº