Yo le había comentado (más bien suplicado) de que si alguna vez se le ocurría pedirme matrimonio, no se le ocurriese regalarme un anillo. ¿La razón? Mis padres, especialmente mi padre, se podría enterar y lo más probable era que se convirtiera en homicida, nuevamente, algo que no era nada nuevo para él. Si ya lo han descubierto, sí, somos vampiros. Aunque nos agrada más el término "hijos de la noche".
De esta manera, llego el día. ¿Quién quería un anillo si el brazalete que me había obsequiado era lo más hermoso que alguien podría dar a alguien, y más como "anillo de compromiso? Eran pequeñas mariposas atornasoladas y de diferentes colores enganchadas entre si, terminando en una cadenita con un pequeño corazón colgando.
Pero, el día que comenzaríamos los preparativos para la boda, algo sucedió.
Algo que alguna vez vimos venir.
Algo que, tal vez, con la emoción, no recordamos.
Algo que nos alejaría quizás por cuanto tiempo...
Ella es una Cullen y él un Volturi. Los Volturi son reconocidos por ser un clan no sólo que respeta las reglas, también son sádicos y correctos. Sin ningún tipo de respeto por algún ser vivo. Los Cullen no tienen interés de relacionarse con ellos, hasta que problema en su propio aquelarre los llevan a encontrarse con los Reyes del mundo vampírico.
Darcy y Alec resultan ser destinados y para ambos clanes podría ser caótico y poco conveniente.