Cuando Avril se muda a Seattle, decide que es momento de reiniciar su vida y enterrar el pasado que la lastimó. No está interesada en las relaciones, es lo último que pasa por su cabeza, pero al conocer a Sebastian, no puede evitar que sus ojos sensibles y su sonrisa encantadora, la hagan querer arriesgarse a intentarlo. Ella no deja que sus heridas la definan, ¿pero podrá escapar de la sombra que la atormenta?