32 capítulos Concluído MaduroMerak: Un sentimiento de unidad con el universo derivado de los placeres más simples.
Sinopsis.
Las promesas siempre eran cumplidas por los Alphas honorables. Lamentablemente desde hace muchos años en el Reino de Merak desolado y abandonado por los dioses esos Alphas eran escasos, peor aún, casi ni existían.
Los betas eran cada vez más indiferentes y descarados.
Los Omegas eran cada vez menos, y carecían de sentimientos que antes los habían distinguido, ahora sólo eran fríos, y cada vez más inexpresivos.
Nadie entendía el abandono de los Dioses. O porque cada Rey que moría y era reemplazado por quién era la causa de su mente, el siguiente Rey siempre era peor que el anterior.
Ningún Rey hacía nada por su pueblo, los saqueadores acechaban a los comerciantes que intentaban salir adelante con sus familias.
La guardia Real y los ejércitos del Rey eran una vulgar gracia, embriagados de poder hacían lo que se les daba la gana, no había orden alguno y a nadie le interesaba que cambiará, o no hacían nada por cambiar.
La linea al trono era concedida por la muerte, quién fuera lo suficientemente fuerte como para matar a quién estuviera en el trono en ese momento.
Hela, hija de sirvientes en el pueblo era una bendición para quién tenía la oportunidad de ver su bello rostro normalmente cubierto, era una de las pocas cosas buenas que quedaban, o eso se decía a sí mismo Caleb, quién la cortejaba con su corazón en la mano, dispuesto a dárselo a ella. Él había pedido su mano, y estaba al tanto de su cuidado siendo uno de los jefes de la Guardia de los Ejércitos, todo iba bien para él.
Hasta que el nuevo Rey de Merak que había reclamado el trono en pocos días, había pedido algo que el General Caleb no estaba dispuesto a dar, su prometida.