2. El alfa sombrío
  • Leituras 4,220,165
  • Votos 219,794
  • Capítulos 126
  • Leituras 4,220,165
  • Votos 219,794
  • Capítulos 126
Concluído, Primeira publicação em nov 20, 2021
Maduro
Damien Manrique, es un alfa frío, amenazador y feroz, no aspira a conseguir una compañera, sino ser un lobo solitario y dejar que algunos de los lobeznos de sus hermanos tomen el poder de su territorio cunado él muera.

Que pasa cuando en su camino se interpone una encantadora y dulce mate, que es fiel creyente del amor y cuando lo conoce se convence de que él es el amor de su vida, el protagonista de todas las historias de amor que ha leído una y otra vez. Pero él no cree en nada de eso.

Leilani O'Brien, es la más pequeña de sus hermanos y la consentida de la familia, con una inteligencia única término siendo bioquímica a los 17 años y ahora a sus 18 años es la mejor bioquímica del mundo, tiene una vida tranquila y repleta del amor de su familia, pero está empecinada en conocer al hombre de su vida.

Que pasa cuando Leilani conoce a ese hombre, pero se da cuenta de que no quiere tener una relación, ni tener el mínimo contacto con ella, simplemente por suponerla inferior y ser una niña ante sus ojos, porque se llevan 10 años de diferencia.
Todos os Direitos Reservados
Índice
Inscreva-se para adicionar 2. El alfa sombrío à sua biblioteca e receber atualizações
or
Diretrizes de Conteúdo
Talvez você também goste
Noches En Merak ©, de KennPrixca
32 capítulos Concluído Maduro
Merak: Un sentimiento de unidad con el universo derivado de los placeres más simples. Sinopsis. Las promesas siempre eran cumplidas por los Alphas honorables. Lamentablemente desde hace muchos años en el Reino de Merak desolado y abandonado por los dioses esos Alphas eran escasos, peor aún, casi ni existían. Los betas eran cada vez más indiferentes y descarados. Los Omegas eran cada vez menos, y carecían de sentimientos que antes los habían distinguido, ahora sólo eran fríos, y cada vez más inexpresivos. Nadie entendía el abandono de los Dioses. O porque cada Rey que moría y era reemplazado por quién era la causa de su mente, el siguiente Rey siempre era peor que el anterior. Ningún Rey hacía nada por su pueblo, los saqueadores acechaban a los comerciantes que intentaban salir adelante con sus familias. La guardia Real y los ejércitos del Rey eran una vulgar gracia, embriagados de poder hacían lo que se les daba la gana, no había orden alguno y a nadie le interesaba que cambiará, o no hacían nada por cambiar. La linea al trono era concedida por la muerte, quién fuera lo suficientemente fuerte como para matar a quién estuviera en el trono en ese momento. Hela, hija de sirvientes en el pueblo era una bendición para quién tenía la oportunidad de ver su bello rostro normalmente cubierto, era una de las pocas cosas buenas que quedaban, o eso se decía a sí mismo Caleb, quién la cortejaba con su corazón en la mano, dispuesto a dárselo a ella. Él había pedido su mano, y estaba al tanto de su cuidado siendo uno de los jefes de la Guardia de los Ejércitos, todo iba bien para él. Hasta que el nuevo Rey de Merak que había reclamado el trono en pocos días, había pedido algo que el General Caleb no estaba dispuesto a dar, su prometida.
Talvez você também goste
Slide 1 of 10
Noches En Merak © cover
Brenda cover
MI MATE cover
A LA FUERZA ©️ cover
𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐎𝐧𝐞; tate langdon cover
Empresaria. ||V.B|| cover
Híbrida Posesiva - #3 [TP] cover
La esposa joven cover
Eres tú, mi Luna cover
Alianza de Sangre cover

Noches En Merak ©

32 capítulos Concluído Maduro

Merak: Un sentimiento de unidad con el universo derivado de los placeres más simples. Sinopsis. Las promesas siempre eran cumplidas por los Alphas honorables. Lamentablemente desde hace muchos años en el Reino de Merak desolado y abandonado por los dioses esos Alphas eran escasos, peor aún, casi ni existían. Los betas eran cada vez más indiferentes y descarados. Los Omegas eran cada vez menos, y carecían de sentimientos que antes los habían distinguido, ahora sólo eran fríos, y cada vez más inexpresivos. Nadie entendía el abandono de los Dioses. O porque cada Rey que moría y era reemplazado por quién era la causa de su mente, el siguiente Rey siempre era peor que el anterior. Ningún Rey hacía nada por su pueblo, los saqueadores acechaban a los comerciantes que intentaban salir adelante con sus familias. La guardia Real y los ejércitos del Rey eran una vulgar gracia, embriagados de poder hacían lo que se les daba la gana, no había orden alguno y a nadie le interesaba que cambiará, o no hacían nada por cambiar. La linea al trono era concedida por la muerte, quién fuera lo suficientemente fuerte como para matar a quién estuviera en el trono en ese momento. Hela, hija de sirvientes en el pueblo era una bendición para quién tenía la oportunidad de ver su bello rostro normalmente cubierto, era una de las pocas cosas buenas que quedaban, o eso se decía a sí mismo Caleb, quién la cortejaba con su corazón en la mano, dispuesto a dárselo a ella. Él había pedido su mano, y estaba al tanto de su cuidado siendo uno de los jefes de la Guardia de los Ejércitos, todo iba bien para él. Hasta que el nuevo Rey de Merak que había reclamado el trono en pocos días, había pedido algo que el General Caleb no estaba dispuesto a dar, su prometida.