El peligro del pasado jamás ha dejado a Freya y eso la llevo a tener miedo durante la mayor parte de su vida. Lo que un día fue amor, se convirtió en odio, y todo aquello que alguna vez quiso se hizo pedazos en sus manos como si se tratara de una maldición. Para Dante no existió mas amor que ella y lo que creyó algún día seria su libertad se convirtió en su condena. Ahora, después de años al reencontrarse no quedaba nada, ni amor, ilusión o lamentos.