La Chica Howlett

La nieve en su etapa mas fria y hermosa con el cielo nocturno iluminado por la luna y los faroles de las calles cercanas a nosotros, asi recordaba la noche que mi padre dejo. mi mente de niña veia mas los copos de nieve que a el.
-Mocosa.
llamo mi atencion por como me llamaba, era mi apodo. el primer apodo de tantos que tengo ahora, empiezo a sospechar que a nadie le gustaba mi nombre
-Escúchame hija
miraba el rostro de mi padre, distorsionado, irreconocible a mi vaga memoria de niña de color llegue a quien a como era antes y a como soy ahora ¿para el también soy irreconocible? ¿Siquiera suela conmigo? ¿Piensa en mi? ¿Sé acuerda de mi? ¿Sé su hija? ¿Su mocosa? mi momento de clarides en mi sueño se esfumó por la incorregible línea del recuerdo que soñaba en ese momento al sentir las tocas y callosa manos de mi padre sobre mis hombros de lo grandes que eran podían romperme si el quería, pero no me rompió... no así.
-Escúchame, acá te darán la ayuda que yo no pue-
-Pa tengo frío
mi cuerpo tembló en la nieve y estornudo había cambiado de un cálido febrero a uno helado rápidamente, mi cuerpo estaba cubrió por un delgado buzo
-Si, si, perdón mocosa
se saco su chaqueta de cuero negra y me la colocó sobre los hombros esta llevaba hasta el piso y me mantenía calentita
-¿Que decías papa?
murmure mirando su cara, sus ojos negro como los míos llego a recordar su torcids sonrisa y mientras sentía su picuda barba en mi cara mientras el besaba mi frete y me abrazaba
-Acá estarás bien mocosa, volveré por ti en una semana
Oh, podré niña, no entendederas ni en la semana que sigue ni en la otra ni en tus 11 años aquí que el jamás volverá.
-Si papa
Murmuró y sentí otra mano en mi cabeza
-¿Como se llama? así podremos llama su atención
pregunto el hombre de traje a mi padre mientras el los ignoraba y me puso sus auriculares grandes y un reproductor
-Se llama Antonella Howlett.
me sonrio
-Mi mocosa
le revolvió el pelo y se