Meraki: palabra griega que significa poner el alma y el corazón en cada cosa que haces, hacerlas con pasión. Y eso mismo hacía cada día que me subía a las puntas, bailaba con toda mi alma, sintiendo la música fluir a través de mi. Era una sensación indescriptible. Sólo me pasaba cuando bailaba. No había nada ni nadie que me hiciese más feliz y me llenase tanto como la danza. Hasta que le conocí. Nunca me había pasado antes, sólo con la danza había experimentado algo similar. Lo supe desde el momento en que nos pusieron juntos para interpretar a Odette y Siegfried del Lago de los cines, nos dejamos llevar tanto que no supimos como parar. Y, joder, era increíble, pero al mismo tiempo era aterrador. Era como tirarse de cabeza al maldito abismo. No lo pudimos controlar y arrasamos con todo a nuestro paso, como un tifón.
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