Bordeland, no hay forma de poder describir lo que ocurre en este lugar, parece como si solamente fuera un sueño, una pesadilla de la que no puedes despertar y mucho menos escapar. Los días no parecen ser tan malos una vez que te acostumbras y entiendes la dinámica del lugar y aun así de vez en cuando te preguntas cual es tu límite. Deje de preguntarme eso cuando llegue a "La Playa" parece ser el paraíso en medio del infierno y uno de sus demonios es Niragi, ese chico que cada día parece sumergirse en su locura y aunque no me detenga a pensarlo, estoy dispuesta a atravesar el infierno solo para tomar su mano.