Atrayentes, incorrectos, adictivos y misteriosos. Esas son sin duda las palabras perfectas para describir los libros de Viktor. Nunca pensé en conocerlo, pero él desde luego ya me conocía. Sus palabras eran atrapantes, pero siempre podía escapar de ella cerrando el libro. Ahora la cuestión no es esa, la pregunta es: ¿Cómo escapar de él?