Era el, y siempre había sido el...
Aunque nunca realmente había querido aceptar mis sentimientos llego un punto que sabia que siempre sería el y no podía evitar sentirlo.
Éramos almas gemelas, pero recordé que las almas gemelas no siempre están destinadas a estar juntas, ahora él está brillando allá y yo, yo estoy aquí, sé que en algún momento volveremos a encontrarnos y cumpliremos todo lo que un día soñamos.